sábado, 28 de abril de 2012

MARCO TEÓRICO


El estudio de la dislexia al igual que otros problemas relacionados con el aprendizaje ha preocupado a muchos teóricos, en el afán de explorar las situaciones que afectan el desarrollo del ser humano.  

Para el soporte teórico de la presente investigación sobre  ¿CUÁL ES LA INFLUENCIA DE LA DISLEXIA EN LA DETONACIÓN DE PROBLEMAS DE APRENDIZAJE EN LOS  ALUMNOS DE LA ESCUELA TELESECUNDARIA No. 573 QUE OSCILAN  ENTRE 11 Y 12 AÑOS DE EDAD, DE LA COMUNIDAD DE LA CAÑADA, MUNICIPIO DE CUAUTEPEC DE HINOJOSA, HIDALGO? mencionaré a los siguientes autores quienes se han ocupado de los problemas que dificultan el aprendizaje de la lecto-escritura durante el proceso de su formación.


1-. Lectura y Escritura según Ana Teberosky.
·         Lectura: “Es la primera tecnología mental. El resto de las máquinas que inventó el hombre, la palanca, la rueda, entre otros, eran para aumentar o disminuir la distancia”.
·         Escritura: “La escritura es un invento para aumentar la capacidad intelectual. Es su primera prolongación. La aumenta por ser permanente lo que permite ayudar en la memoria y la comunicación en el espacio y en el tiempo. No podría existir la ciencia sin la escritura. Permite explicar la práctica y dejarla para que otro lector en otro momento pueda leer e interpretar de otra manera distinta. Por otro lado, la escritura también ha permitido la educación. Es imposible la enseñanza sin la escritura porque permite instruir a mucha gente y a lo largo del tiempo. Es mas, cuando uno aprende a leer y a escribir no sólo domina los contenidos sino el instrumento básico para adquirirlos, aprender a aprender”.
Análisis
Cuando Ana Teberosky se refiere a que la Lectura es una tecnología mental, explica que la lectura es un medio a través del cual el ser humano procesa de manera sistematizada la información recibida a través de códigos gráficos, integrando otros procesos como la comprensión y el análisis de la información; del mismo modo finaliza diciendo que el hombre ha inventado máquinas para aumentar o disminuir la distancia, como la rueda, la palanca o el propio automóvil, pero será la lectura la que lo llevará a comprender la ciencia y el sentido propios de la vida.
Su concepto de Escritura refleja claramente la importancia que la misma tiene en el hombre y la educación; sin la escritura el hombre no sería capaz de crear ciencia, ya que no podría escribirla y explicarla como lo han hecho los científicos e investigadores en épocas anteriores; también recalca que la escritura representa el medio perfecto para el desarrollo intelectual del ser humano, ya que a través de ella, el hombre “escribe” lo que ha aprendido, reconociendo sus aciertos y errores, siendo capaz de corregirlos. Cuando el individuo aprender a leer y a escribir no solamente está aprendiendo a decodificar mensajes y a escribir los mismos, sino que ya está capacitado para comprender los mensajes y crear sus propios criterios.
2-. Lectura y Escritura según Goodman.
·         Lectura: “La lectura sería uno de los cuatro procesos lingüísticos, ya que el habla y la escritura son productivos, y el escuchar y el leer son comprensivos. Es un juego psicolingüístico de adivinanzas. El sujeto predice o anticipa el significado de lo que lee, utiliza las claves que encuentra en los sistemas grafo-fonológico, sintáctico y semántico y hace uso de la redundancia del lenguaje escrito”.
·         Escritura: “La escritura es quizá, el mayor de los inventos humanos. Es un símbolo de materialidad comunicativa verbal o no verbal”.
Análisis
Goodman escribió un concepto propio que no basó en abstracciones como Teberosky, sino que para él, la lectura resulta ser uno de los tantos procesos lingüísticos del individuo, que se basa en la comprensión del mensaje que el autor del texto desea expresar. También manifiesta que es juego psicolingüístico, donde el individuo “adivina”, predice o anticipa lo que está leyendo, a través de los signos gráficos y/o sonoros; internalizando la información. El individuo lee la información, e inmediatamente ocurre una “internalización” de la misma, y a medida que avanza la lectura, el individuo puede ser capas de adivinar lo que viene a continuación.
Su concepto de Escritura es sencillo pero exacto, manifiesta que la Escritura es el mejor invento que el ser humano pudo haber creado, con la misma, él puede expresar sus sentimientos, escribir su historia y su pasado, contar anécdotas y comunicarse con sus semejantes, sin ella, la comunicación escrita no sería nada, y no quedaría un registro de lo que sucediere en su vida y en la historia. El ser humano, a través de esta, se comunica materialmente, es decir, a través de un objeto, que puede ser un papel, una piedra, y deja pruebas materiales de algún hecho o suceso.
3-. Lectura según Delia Lerner.
·         Lectura: “Leer es adentrarse en otros mundos posibles. Es indagar en la realidad para comprenderla mejor, es distanciarse del texto y asumir una postura crítica frente a lo que se dice y lo que se quiere decir, es sacar carta de ciudadanía en el mundo de la cultura escrita”.
Análisis
La investigadora Lerner manifiesta en su concepto de Lectura que la misma nos permite conocer y vivir en otros mundos posibles a través de la comprensión y la imaginación; es investigar y analizar nuestra realidad propia para poder entender mejor el mundo en el que vivimos, no es solo estar sumergido en el texto, más bien es alejarnos de el y posesionarnos del mismo con una actitud reflexiva de lo que quiere decir el autor en su mensaje; consiste en alejarnos del mundo real por un momento para entrar en otro donde la realidad es distinta, donde el autor quiere que su mensaje sea comprendido, y donde el lector olvida lo qué es la decodificación de los códigos gráficos, dando paso a la internalización del texto.
4-. Lectura y Escritura según Emilia Ferreiro.
·         Lectura: “Es toda aquella actividad de asignación de un significado a un texto que precede a lo convencional”.
·         Escritura: “Es una forma de relacionarse con la palabra escrita, y les posibilita a los grupos desplazados la expresión de sus demandas, de sus formas de percibir la realidad, de sus reclamos, en una sociedad democrática”.
Análisis
La autora Emilia Ferreiro manifiesta en su concepto de Lectura la necesidad de que sea una actividad netamente profesional y que corresponda a las responsabilidades del ser humano como lector y crítico de un texto, encaminado al simple hecho de encontrar el significado de la palabra escrita, es decir, la lectura es un acto donde el ser humano acepta la asignación de encontrarle sentido y coherencia a lo que el autor refleja en su escrito, por lo tanto, el lector debe reaccionar al momento de leer, buscando sentido de lo que se quiere expresar. Siempre tomamos en cuenta que la lectura es una actividad que nos permite identificar, decodificar y analizar lo que otra persona quiere decir, pero debemos tomar en cuenta que no solo es un acto donde el ser humano decodifica signos gráficos, sino que va más allá, aceptando la responsabilidad de buscar un sentido del texto y transformar los conocimientos previos por los conocimientos recientemente aprendidos.

La existencia de la dislexia ha sido muy cuestionada. Incluso actualmente en algunos medios, se mantienen actitudes opuestas al uso del término dislexia.
Las críticas se pueden agrupar bajo dos posturas. Por una parte están los que niegan la misma existencia del trastorno; y por otra los que consideran que existe una continuidad sin límites claros entre la dificultad severa para la lectura y la normalidad. En este segundo caso se prefiere utilizar como alternativa al término dislexia, el de Trastorno Especifico de la Lectura.
Durante la década de los 60, coincidiendo con la corriente antipsiquiátrica y la pedagogía activa, se minimizaron los aspectos biológicos de la dislexia, bajo una comprensión psicodinámica o pedagógica de la dificultad lectora. A pesar de la buena intención de dichas corrientes, no aportaron otra cosa que confusión. Desgraciadamente aun prevalecen en algunos medios estas ideas. Las corrientes psicoanalíticas, fácilmente se apuntaron a estas tendencias, considerando la dislexia como un equivalente de un síntoma neurótico o psicótico, relacionado con conflictos edípicos (Chiland, 1973) . La causa principal de la dificultad lectora según esta línea de pensamiento estaría en problemas emocionales.
Otra postura crítica, entre los que consideran que la dislexia no es una entidad patológica, es la que tiende a atribuir sus causas a problemas pedagógicos, que al incidir sobre niños con problemas afectivos o "inmaduros", generarían una dificultad severa para el aprendizaje lector.
Actualmente, la evidencia basada en los estudios de neuroimagen y las investigaciones genéticas no permiten sustentar estas posturas críticas sobre la existencia de la dislexia.
Otra línea de pensamiento crítico más serio sobre el concepto de dislexia, es la constatación de que no se puede considerar la dislexia como una entidad claramente determinada (Rosenberger, 1992)  . Según los defensores de esta postura, en una consulta médica se atienden pacientes con dificultades lectoras más o menos importantes, que pueden generar la falsa impresión de que existe dentro de la población  unos individuos disléxicos frente a otros no disléxicos. Sin embargo cuando se han realizado estudios en poblaciones escolares se ha encontrado que el modelo de distribución de la dislexia se ajusta a una curva de continuidad entre la población disléxica y la no disléxica (Shaywitz, 1992)  .
Otro aspecto crítico hacia la dislexia como una entidad patológica específica viene determinado por la relación CI/Nivel Lector. Según la definición de dislexia del DSM-IV, se requiere una discrepancia para establecer el diagnóstico, presuponiendo que existe una población de malos lectores inteligentes como un grupo disociado de los malos lectores con  CI bajo. Sin embargo, algunos estudios han evidenciado que los déficits a nivel fonológico (Fletcher, 1994)   y ortográfico (Siegel, 1992)   no difieren entre ambos grupos.
Según este modelo la dislexia se ubicaría dentro de un continuo. La formulación del modelo continuo, no contradice las bases biológicas de la disléxica ni su base genética. Otros trastornos siguen el mismo modelo de distribución continua. Podemos citar a titulo de ejemplo el retraso mental o la hipertensión.
La primera distinción que cabe hacer, y que por su obviedad nadie cuestiona, es entre dislexias adquiridas y dislexias del desarrollo. Las primeras tienen como substrato una lesión cerebral adquirida localizada en una zona de la corteza a la que se le atribuye la función que ha quedado alterada. Las dislexias del desarrollo son las más comunes y son a las que nos venimos refiriendo.
Con la idea de aportar una mejor comprensión sobre la disfunción que subyace a la dislexia han sido propuestas múltiples clasificaciones. El hecho de que ninguna de ellas se haya impuesto, aporta cierta luz sobre la dificultad que todavía persiste con respecto a dilucidar cual o cuales son las alteraciones básicas que condicionan la dislexia. El debate más critico quizás sea dilucidar si existe una sola forma de dislexia, o por el contrario existen diferentes tipos. Las aportaciones más recientes decantan la balanza hacia la postura unitaria. Sin embargo, se está lejos de alcanzar un acuerdo generalizado.
La tabla II resume diversas clasificaciones propuestas, entendiendo que en muchos casos se usan distintas denominaciones para referirse a un mismo o similar concepto.
 
Tabla II. Clasificaciones de la dislexia
AUTORES
CLASIFICACIÓN
Border  (1973)
Dislexia disfonética
Dislexia  diseidética
Dislexia   mixta
Bakker (1979)
Dislexia  L (Dislexia  lingüística)
Dislexia  P (Dislexia  perceptiva)
Dislexia  M (Dislexia mixta)
Mattis (1975)
Dislexia con alteración primaria del lenguaje
Dislexia con trastorno articulatorio-grafomotor
Dislexia con trastorno visuoperceptivo
Baddeley  (1982)
Coltheart (1983)
Temple (1983) 
Marshall (1984)
Dislexia  superficial

Dislexia  fonológica

Dislexia  profunda
Estas clasificaciones se sustentan en la identificación de patrones clínicos que comparten características comunes. También se ha buscado una correspondencia entre las formas de dislexia adquirida y las dislexias del desarrollo, con la idea de que existe un mecanismo cognitivo con una localización precisa cuya disfuncionalidad será similar tanto si se ha perdido la función ya adquirida, como si esta no ha llegado a desarrollarse. La distinción entre dislexia superficial, fonológica y profunda se orienta en este sentido.

Otro punto de partida para clasificar las dislexias, que en cierto modo se complementa con la idea de establecer una correspondencia entre formas adquiridas y del desarrollo, se basa en buscar paralelismo entre las formas de dislexia y las estrategias que utiliza el niño para aprender a leer. Los procesos en los que se sustenta el desarrollo de la lectura de acuerdo con Frith (1985)  son: logográfico, alfabético y ortográfico. No está claro hasta que punto estas fases se desarrollan de forma secuencial o simultanea. El estadio logográfico consiste en el reconocimiento global de palabra a partir de su forma, que el niño identifica por haberla aprendido tras haberla visto en algunas ocasiones y relacionarla con su significado. En esta fase la palabra escrita es procesada de la misma forma que se identifica un dibujo. La palabra "MAMA" podría ser identificada por la presencia de las dos "A", precedidas de dos "M". La simplicidad de este patrón la  hace fácilmente identificable. Sin embargo, a medida que el niño tiene que aumentar su repertorio de palabras estas ya no pueden ser leídas por el mismo mecanismo, pues las variaciones entre unas palabras y otras ya no son tan aparentes: "MALA", "PALA", "CASA", "PATA", "CAMA", etc. A partir de este punto, se hace necesario el conocimiento de un código que relacione combinaciones de letras con sonidos. Es decir, establecer una correspondencia entre grafemas y fonemas (unidades sonoras más pequeñas en las que se puede descomponer una palabra). La fase ortográfica es la que permite identificar la palabra sin necesidad de proceder a un análisis fonológico. Se sustenta en la rápida identificación de secuencias con un significado que han sido almacenadas en el cerebro (morfemas).
El fallo en el proceso fonológico se corresponde con el tipo de dislexia disfonética o fonológica y se aproxima bastante al tipo L y al articulatorio-grafomotor. En estos casos, el fallo lector se manifiesta esencialmente en la lectura de palabras poco comunes o no palabras, puesto que la vía ortográfica que podría  ser una alternativa no resulta suficiente para compensar la dificultad. El fallo ortográfico es el que define las dislexias denominadas: diseidética, perceptiva, visuoperceptiva o superficial. En estos casos los errores aparecen en las palabras irregulares las cuales son leídas estrictamente en base a las reglas fonológicas. Sin embargo, es obvio que en la lengua española, donde existe una correspondencia entre grafema y fonema siempre regular, este fenómeno es menos aparente. Las formas mixtas hacen referencia a los casos en los que no existe un patrón "fonológico" u "ortográfico" claramente definido.
A pesar de los reiterados intentos en clasificar las dislexias, no se ha alcanzado un consenso. Por el contrario, en las publicaciones más recientes se hace énfasis en el carácter unitario de las dislexias, atribuyendo al fallo fonológico la base patogénica de las dislexias (Shaywitz, 1998)  y (Swank LK, 1999) . 

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