El
estudio de la dislexia al igual que otros problemas relacionados con el
aprendizaje ha preocupado a muchos teóricos, en el afán de explorar las
situaciones que afectan el desarrollo del ser humano.
Para
el soporte teórico de la presente investigación sobre ¿CUÁL
ES LA INFLUENCIA DE LA DISLEXIA EN LA DETONACIÓN DE PROBLEMAS DE
APRENDIZAJE EN LOS ALUMNOS DE LA ESCUELA
TELESECUNDARIA No. 573 QUE OSCILAN ENTRE
11 Y 12 AÑOS DE EDAD, DE LA COMUNIDAD DE LA CAÑADA, MUNICIPIO DE CUAUTEPEC DE
HINOJOSA, HIDALGO? mencionaré a los siguientes autores quienes se han
ocupado de los problemas que dificultan el aprendizaje de la lecto-escritura
durante el proceso de su formación.
1-. Lectura y Escritura
según Ana Teberosky.
·
Lectura: “Es la primera tecnología mental. El
resto de las máquinas que inventó el hombre, la palanca, la rueda, entre otros,
eran para aumentar o disminuir la distancia”.
·
Escritura: “La escritura es un
invento para aumentar la capacidad intelectual. Es su primera prolongación. La
aumenta por ser permanente lo que permite ayudar en la memoria y la
comunicación en el espacio y en el tiempo. No podría existir la ciencia sin la
escritura. Permite explicar la práctica y dejarla para que otro lector en otro
momento pueda leer e interpretar de otra manera distinta. Por otro lado, la
escritura también ha permitido la educación. Es imposible la enseñanza sin la
escritura porque permite instruir a mucha gente y a lo largo del tiempo. Es
mas, cuando uno aprende a leer y a escribir no sólo domina los contenidos sino
el instrumento básico para adquirirlos, aprender
a aprender”.
Análisis
Cuando Ana Teberosky se refiere a que la Lectura es una
tecnología mental, explica que la lectura es un medio a través del cual el ser
humano procesa de manera sistematizada la información recibida a través de
códigos gráficos, integrando otros procesos como la comprensión y el análisis
de la información; del mismo modo finaliza diciendo que el hombre ha inventado
máquinas para aumentar o disminuir la distancia, como la rueda, la palanca o el
propio automóvil, pero será la lectura la que lo llevará a comprender la
ciencia y el sentido propios de la vida.
Su concepto de Escritura refleja claramente la importancia que la
misma tiene en el hombre y la educación; sin la escritura el hombre no sería
capaz de crear ciencia, ya que no podría escribirla y explicarla como lo han
hecho los científicos e investigadores en épocas anteriores; también recalca
que la escritura representa el medio perfecto para el desarrollo intelectual
del ser humano, ya que a través de ella, el hombre “escribe” lo que ha
aprendido, reconociendo sus aciertos y errores, siendo capaz de corregirlos.
Cuando el individuo aprender a leer y a escribir no solamente está aprendiendo
a decodificar mensajes y a escribir los mismos, sino que ya está capacitado
para comprender los mensajes y crear sus propios criterios.
2-. Lectura y Escritura según Goodman.
·
Lectura:
“La lectura sería uno de los cuatro procesos lingüísticos, ya que el habla y la
escritura son productivos, y el escuchar y el leer son comprensivos. Es un
juego psicolingüístico de adivinanzas. El sujeto predice o anticipa el
significado de lo que lee, utiliza las claves que encuentra en los sistemas
grafo-fonológico, sintáctico y semántico y hace uso de la redundancia del
lenguaje escrito”.
·
Escritura:
“La escritura es quizá, el mayor de los inventos humanos. Es un símbolo de
materialidad comunicativa verbal o no verbal”.
Análisis
Goodman escribió un concepto propio que no basó en abstracciones
como Teberosky, sino que para él, la lectura resulta ser uno de los tantos
procesos lingüísticos del individuo, que se basa en la comprensión del mensaje
que el autor del texto desea expresar. También manifiesta que es juego
psicolingüístico, donde el individuo “adivina”, predice o anticipa lo que está
leyendo, a través de los signos gráficos y/o sonoros; internalizando la
información. El individuo lee la información, e inmediatamente ocurre una
“internalización” de la misma, y a medida que avanza la lectura, el individuo
puede ser capas de adivinar lo que viene a continuación.
Su concepto de Escritura es sencillo pero exacto, manifiesta que
la Escritura es el mejor invento que el ser humano pudo haber creado, con la
misma, él puede expresar sus sentimientos, escribir su historia y su pasado,
contar anécdotas y comunicarse con sus semejantes, sin ella, la comunicación
escrita no sería nada, y no quedaría un registro de lo que sucediere en su vida
y en la historia. El ser humano, a través de esta, se comunica materialmente,
es decir, a través de un objeto, que puede ser un papel, una piedra, y deja
pruebas materiales de algún hecho o suceso.
3-. Lectura según Delia Lerner.
·
Lectura: “Leer es adentrarse en otros mundos
posibles. Es indagar en la realidad para comprenderla mejor, es distanciarse
del texto y asumir una postura crítica frente a lo que se dice y lo que se
quiere decir, es sacar carta de ciudadanía en el mundo de la cultura escrita”.
Análisis
La investigadora Lerner manifiesta en su concepto de Lectura que
la misma nos permite conocer y vivir en otros mundos posibles a través de la
comprensión y la imaginación; es investigar y analizar nuestra realidad propia
para poder entender mejor el mundo en el que vivimos, no es solo estar
sumergido en el texto, más bien es alejarnos de el y posesionarnos del mismo
con una actitud reflexiva de lo que quiere decir el autor en su mensaje;
consiste en alejarnos del mundo real por un momento para entrar en otro donde
la realidad es distinta, donde el autor quiere que su mensaje sea comprendido,
y donde el lector olvida lo qué es la decodificación de los códigos gráficos,
dando paso a la internalización del texto.
4-. Lectura y Escritura según Emilia Ferreiro.
·
Lectura: “Es toda aquella actividad de
asignación de un significado a un texto que precede a lo convencional”.
·
Escritura: “Es una forma de relacionarse con la
palabra escrita, y les posibilita a los grupos desplazados la expresión de sus
demandas, de sus formas de percibir la realidad, de sus reclamos, en una
sociedad democrática”.
Análisis
La autora Emilia Ferreiro manifiesta en su concepto de Lectura la
necesidad de que sea una actividad netamente profesional y que corresponda a
las responsabilidades del ser humano como lector y crítico de un texto,
encaminado al simple hecho de encontrar el significado de la palabra escrita,
es decir, la lectura es un acto donde el ser humano acepta la asignación de
encontrarle sentido y coherencia a lo que el autor refleja en su escrito, por
lo tanto, el lector debe reaccionar al momento de leer, buscando sentido de lo
que se quiere expresar. Siempre tomamos en cuenta que la lectura es una
actividad que nos permite identificar, decodificar y analizar lo que otra
persona quiere decir, pero debemos tomar en cuenta que no solo es un acto donde
el ser humano decodifica signos gráficos, sino que va más allá, aceptando la
responsabilidad de buscar un sentido del texto y transformar los conocimientos
previos por los conocimientos recientemente aprendidos.
La existencia de la
dislexia ha sido muy cuestionada. Incluso actualmente en algunos medios, se
mantienen actitudes opuestas al uso del término dislexia.
Las
críticas se pueden agrupar bajo dos posturas. Por una parte están los que
niegan la misma existencia del trastorno; y por otra los que consideran que
existe una continuidad sin límites claros entre la dificultad severa para la
lectura y la normalidad. En este segundo caso se prefiere utilizar como
alternativa al término dislexia, el de Trastorno Especifico de la Lectura.
Durante
la década de los 60, coincidiendo con la corriente antipsiquiátrica y la
pedagogía activa, se minimizaron los aspectos biológicos de la dislexia, bajo
una comprensión psicodinámica o pedagógica de la dificultad lectora. A pesar de
la buena intención de dichas corrientes, no aportaron otra cosa que confusión.
Desgraciadamente aun prevalecen en algunos medios estas ideas. Las corrientes
psicoanalíticas, fácilmente se apuntaron a estas tendencias, considerando la
dislexia como un equivalente de un síntoma neurótico o psicótico, relacionado
con conflictos edípicos (Chiland, 1973) . La causa principal de la dificultad
lectora según esta línea de pensamiento estaría en problemas emocionales.
Otra
postura crítica, entre los que consideran que la dislexia no es una entidad
patológica, es la que tiende a atribuir sus causas a problemas pedagógicos, que
al incidir sobre niños con problemas afectivos o "inmaduros",
generarían una dificultad severa para el aprendizaje lector.
Actualmente,
la evidencia basada en los estudios de neuroimagen y las investigaciones
genéticas no permiten sustentar estas posturas críticas sobre la existencia de
la dislexia.
Otra
línea de pensamiento crítico más serio sobre el concepto de dislexia, es la
constatación de que no se puede considerar la dislexia como una entidad
claramente determinada (Rosenberger, 1992) . Según los defensores de esta
postura, en una consulta médica se atienden pacientes con dificultades lectoras
más o menos importantes, que pueden generar la falsa impresión de que existe
dentro de la población unos individuos disléxicos frente a otros no
disléxicos. Sin embargo cuando se han realizado estudios en poblaciones
escolares se ha encontrado que el modelo de distribución de la dislexia se
ajusta a una curva de continuidad entre la población disléxica y la no
disléxica (Shaywitz, 1992) .
Otro
aspecto crítico hacia la dislexia como una entidad patológica específica viene
determinado por la relación CI/Nivel Lector. Según la definición de dislexia
del DSM-IV, se requiere una discrepancia para establecer el diagnóstico,
presuponiendo que existe una población de malos lectores inteligentes como un
grupo disociado de los malos lectores con CI bajo. Sin embargo, algunos
estudios han evidenciado que los déficits a nivel fonológico (Fletcher,
1994) y ortográfico (Siegel, 1992) no difieren entre
ambos grupos.
Según
este modelo la dislexia se ubicaría dentro de un continuo. La formulación del
modelo continuo, no contradice las bases biológicas de la disléxica ni su base
genética. Otros trastornos siguen el mismo modelo de distribución continua.
Podemos citar a titulo de ejemplo el retraso mental o la hipertensión.
La primera distinción
que cabe hacer, y que por su obviedad nadie cuestiona, es entre dislexias
adquiridas y dislexias del desarrollo. Las primeras tienen como substrato una
lesión cerebral adquirida localizada en una zona de la corteza a la que se le
atribuye la función que ha quedado alterada. Las dislexias del desarrollo son
las más comunes y son a las que nos venimos refiriendo.
Con
la idea de aportar una mejor comprensión sobre la disfunción que subyace a la
dislexia han sido propuestas múltiples clasificaciones. El hecho de que ninguna
de ellas se haya impuesto, aporta cierta luz sobre la dificultad que todavía
persiste con respecto a dilucidar cual o cuales son las alteraciones básicas
que condicionan la dislexia. El debate más critico quizás sea dilucidar si
existe una sola forma de dislexia, o por el contrario existen diferentes tipos.
Las aportaciones más recientes decantan la balanza hacia la postura unitaria.
Sin embargo, se está lejos de alcanzar un acuerdo generalizado.
La
tabla II resume diversas clasificaciones propuestas, entendiendo que en muchos
casos se usan distintas denominaciones para referirse a un mismo o similar
concepto.
Tabla II. Clasificaciones de la dislexia
AUTORES
|
CLASIFICACIÓN
|
Border (1973)
|
Dislexia disfonética
Dislexia diseidética Dislexia mixta |
Bakker (1979)
|
Dislexia L (Dislexia
lingüística)
Dislexia P (Dislexia perceptiva) Dislexia M (Dislexia mixta) |
Mattis (1975)
|
Dislexia con alteración primaria del
lenguaje
Dislexia con trastorno articulatorio-grafomotor Dislexia con trastorno visuoperceptivo |
Baddeley (1982)
Coltheart (1983) Temple (1983) Marshall (1984) |
Dislexia superficial
Dislexia fonológica
Dislexia profunda |
Estas
clasificaciones se sustentan en la identificación de patrones clínicos que
comparten características comunes. También se ha buscado una correspondencia
entre las formas de dislexia adquirida y las dislexias del desarrollo, con la
idea de que existe un mecanismo cognitivo con una localización precisa cuya
disfuncionalidad será similar tanto si se ha perdido la función ya adquirida,
como si esta no ha llegado a desarrollarse. La distinción entre dislexia
superficial, fonológica y profunda se orienta en este sentido.
Otro
punto de partida para clasificar las dislexias, que en cierto modo se
complementa con la idea de establecer una correspondencia entre formas
adquiridas y del desarrollo, se basa en buscar paralelismo entre las formas de
dislexia y las estrategias que utiliza el niño para aprender a leer. Los
procesos en los que se sustenta el desarrollo de la lectura de acuerdo con
Frith (1985) son: logográfico, alfabético y ortográfico. No está claro
hasta que punto estas fases se desarrollan de forma secuencial o simultanea. El
estadio logográfico consiste en el reconocimiento global de palabra a partir de
su forma, que el niño identifica por haberla aprendido tras haberla visto en
algunas ocasiones y relacionarla con su significado. En esta fase la palabra
escrita es procesada de la misma forma que se identifica un dibujo. La palabra
"MAMA" podría ser identificada por la presencia de las dos
"A", precedidas de dos "M". La simplicidad de este patrón
la hace fácilmente identificable. Sin embargo, a medida que el niño tiene
que aumentar su repertorio de palabras estas ya no pueden ser leídas por el
mismo mecanismo, pues las variaciones entre unas palabras y otras ya no son tan
aparentes: "MALA", "PALA", "CASA", "PATA",
"CAMA", etc. A partir de este punto, se hace necesario el
conocimiento de un código que relacione combinaciones de letras con sonidos. Es
decir, establecer una correspondencia entre grafemas y fonemas (unidades
sonoras más pequeñas en las que se puede descomponer una palabra). La fase ortográfica
es la que permite identificar la palabra sin necesidad de proceder a un
análisis fonológico. Se sustenta en la rápida identificación de secuencias con
un significado que han sido almacenadas en el cerebro (morfemas).
El
fallo en el proceso fonológico se corresponde con el tipo de dislexia
disfonética o fonológica y se aproxima bastante al tipo L y al
articulatorio-grafomotor. En estos casos, el fallo lector se manifiesta
esencialmente en la lectura de palabras poco comunes o no palabras, puesto que la
vía ortográfica que podría ser una alternativa no resulta suficiente para
compensar la dificultad. El fallo ortográfico es el que define las dislexias
denominadas: diseidética, perceptiva, visuoperceptiva o superficial. En estos
casos los errores aparecen en las palabras irregulares las cuales son leídas
estrictamente en base a las reglas fonológicas. Sin embargo, es obvio que en la
lengua española, donde existe una correspondencia entre grafema y fonema
siempre regular, este fenómeno es menos aparente. Las formas mixtas hacen
referencia a los casos en los que no existe un patrón "fonológico" u
"ortográfico" claramente definido.
A
pesar de los reiterados intentos en clasificar las dislexias, no se ha
alcanzado un consenso. Por el contrario, en las publicaciones más recientes se
hace énfasis en el carácter unitario de las dislexias, atribuyendo al fallo
fonológico la base patogénica de las dislexias (Shaywitz, 1998) y (Swank
LK, 1999) .
Es un plagio de http://es.scribd.com/doc/65568229/Ana-Teberosky
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